lunes, 15 de marzo de 2010

Anaranjado

Un hombre ve una naranja en un naranjo, una naranja turgente, brillante y apetitosa.
Decide que esa naranja será un jugoso manjar como merienda, así que decide cogerla para deleitarse con su sabor.
Arranca la naranja de su rama, y nada más acercársela a la cara le inunda ese olor típico de una buena naranja. Entonces observa de nuevo su naranja y es entonces cuando se da cuenta del gran potencial de su jugosa naranja, ve claramente que está tan cargada de jugo que parece que vaya a estallar. Luego piensa seriamente que sería un desperdicio no darle uso a TODO aquel jugo que puede proporcionarle esa naranja, y decide que va a extraerle todo lo que pueda para saborearla mejor en forma de zumo.
Como el pobre hombre es un zopenco sin oficio ni beneficio, no conoce el gran avance del exprimidor, y para extraerle el zumo decide agarrar la naranja con todas sus fuerzas y estrellarla contra el pavimento del suelo. Una vez bien esparcido el jugo de la naranja (porque no sólo la estampa, es un hombre práctico y para extraer el mayor jugo posible la RESTRIEGA por el suelo) va reuniendo los cachitos que quedan de cáscara, porque como es un zopenco, cree que el zumo se hace con la cáscara y no con el jugo, y así, cuando los reúne todos, los aliña UN POCO, pero siempre sin pasarse, con el verdadero jugo de la naranja. Así todo mezclado en un puñado en su mano, lo levanta y se lo echa por el gaznate, directamente, rápido, para no saber muy bien qué pasa por su garganta pero que le deje el aliento a esa naranja que él vio en un principio.

Y así amigos míos, es como se crea el concepto de la película "Millennium".

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